A pocos días de vencer el plazo para la inscripción de alianzas electorales, Juntos por el Cambio se encuentra en el momento más crítico de su historia. La escalada de la descarnada batalla interna genera reales chances de quiebre en la alianza opositora. Rodríguez Larreta ya tendría todo preparado para la inscripción de un nuevo espacio.
Es sabido que la alianza de Juntos por el Cambio se encuentra inmersa en una cruenta interna que ha alcanzado niveles incomprensibles. La verborragia de Patricia Bullrich por un lado y los movimientos de Larreta por el otro han tensado tanto la convivencia dentro de la coalición que hoy por hoy existe la posibilidad cierta de que se efectivice una ruptura, una verdadera herida de muerte para la principal fuerza opositora. Lo cierto es que la convivencia entre halcones y palomas nunca fue buena, es más,se odian.
En las últimas horas, el periodista político Mauro Federico comentó que fuentes allegadas al jefe de gobierno porteño manifestaron la intención del precandidato presidencial de romper la coalición y armar un “frente de frentes” que incluya a radicales y a dirigentes vinculados al peronismo no kirchnerista. Esta idea toma forma de la mano de dos grandes referentes: el presidente de la UCR y gobernador de Jujuy Gerardo Morales y el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti.
En el mismo sentido, Diego Brancatelli indicó que “Larreta no iría a internas con Bullrich. Larreta armaría un frente de frentes”.
De confirmarse las versiones que indican esta jugada del jefe de gobierno porteño, la nueva coalición que incluiría a radicales y peronistas no kirchneristas sería inscripta con el nombre de “Hacemos Juntos”.
Por otra parte, fuentes cercanas a Rodríguez Larreta dejaron trascender que estaría acompañado en la fórmula por una mujer como candidata a vice presidenta.
El detonante de las diferencias insalvables
Si bien se venían evidenciando crecientes diferencias entre Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, la propuesta del Jefe de Gobierno porteño de incorporar al gobernador cordobés, Juan Schiaretti, generó un cimbronazo dentro de la alianza cambiemita. Tanto la ex ministra de seguridad como Mauricio Macri cuestionaron duramente la intención del pre candidato presidencial de ampliar JxC con el mandatario cordobés.
El ex presidente Macri fue tajante al considerar que las incorporaciones ponen “en crisis todo el sistema de la coalición” opositora, y remarcó que si un dirigente está seguro y tranquilo por el camino que transita no propone cambiar las reglas. Claro está, años atrás Macri no pensaba lo mismo, de lo contrario no hubiese prosperado la incorporación de Miguel ÁngelPichetto,que finalmente terminó siendo su compañero de fórmula en 2019.
Macri visitó esta semana la provincia de Córdoba en el marco de una disertación en la Bolsa de Comercio. En su paso, hizo fuertes declaraciones en Radio Mitre de esa provincia: “No entiendo las decisiones que viene tomando (Larreta). Debemos tener un compromiso con el cambio y que sea profundo, rápido y mantener el coraje de llevarlo a cabo. Si no, no tiene sentido volver al poder”.
En la misma línea discursiva que el ex presidente, Bullrich embistió duramente contra el alcalde porteño durante un Zoom organizado por dirigentes del PRO. “La ruptura depende nada más que de Larreta. Larreta sabe que tiene que ir a la cancha y no inventar meter a Schiaretti. Jugá limpio, con las cartas limpias, no vale tratar de jugar al rugby si es fútbol. Metete en la cancha. ¿Querés llevarte la pelota porque pensás que no ganás la elección? No vale”, lanzó la presidenta del PRO.
Por su parte, Schiaretti expresó que su acercamiento a Rodríguez Larreta busca “construir una alternativa política electoral para un gobierno de unidad nacional”, y aclaró “yo no pertenezco ni voy a pertenecer a Juntos por el Cambio. Somos el peronismo antikirchnerista”.
El gobernador jujeño y máxima autoridad del radicalismo, Gerardo Morales, encendió las alarmas con respecto a la posibilidad cierta de ruptura de la alianza opositora al declarar “esperemos que no, porque la columna vertebral de la ampliación tiene que ser Juntos por el Cambio. No sé cómo termina.”
Además de referirse a una posible ruptura, señaló que no solo puede ocurrir un quiebre, sino que “puede terminar con otro nombre la coalición.”
La trama secreta del acuerdo impulsado por Larreta
El jefe de gobierno porteño y el mandamás del radicalismo aceleran la firma de un documento que contiene diez puntos con el gobernador cordobés. El sector de Martín Lousteau también formaría parte de las negociaciones que se llevan a cabo en secreto con el fin de avanzar en un acuerdo programático.
Esta audaz jugada impulsada por el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires profundiza aún más la crisis en la que se halla inmersa la alianza de Juntos por el Cambio. Ni el sector de Larreta ni el de Bullrich envía señales conciliadoras que permitan pensar en que las crecientes tensiones podrían alcanzar una tregua.
La ofensiva lanzada por Rodríguez Larreta y Morales, que tiene por objetivo sumar a Schiaretti no se detiene, pese a las duras críticas vertidas por Macri y Bullrich con respecto a la idea de ampliar la base electoral del espacio.
Lo cierto es que, en las últimas horas, los armadores políticos del sector más moderado de JxC, conducido por Larreta, Morales y Lousteau, aceleraron las conversaciones con el mandatario cordobés. Negocian en secreto consensuar un acuerdo programático de 10 puntos con ejes vinculados a la economía, la situación social, la seguridad y la defensa con el objetivo de presentarlo ante la ciudadanía.
Los armadores de este sector buscan reunir a los precandidatos a presidente en la rúbrica de este documento que cuenta con el trabajo de los equipos técnicos de varios partidos. La idea es que participen Horacio Rodríguez Larreta, Juan Schiaretti, Gerardo Morales y Miguel AngelPichetto. No se descarta que se sumen Elisa Carrió y Margarita Stolbizer.
La complejidad de un escenario electoral dominado por la fragmentación
Semanas atrás hablábamos de la configuración de un escenario electoral de tres tercios conformado por el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y el espacio encabezado por el economista Javier Milei.
Esa descripción hoy luce desactualizada. El complejo escenario de cara a las PASO está marcado por el cambio permanente. Los movimientos son constantes puertas adentro de las coaliciones, situación que dificulta el análisis. Los estudios de opinión pública dan cuenta de una preocupante sensación de hartazgo social para con la clase política, producto de la incertidumbre y la falta de claridad en los principales espacios políticos. Ese fenómeno comúnmente se traduce en votos en blanco o peor aún en la abstención. Dicho esto, el contexto actual de nuestro país hace suponer la presencia de una segunda vuelta en donde el dato sobresaliente podría ser la presencia de un gran porcentaje de voto castigo.
Las últimas mediciones marcan que potencialidad de votos de JxC, el Frente de Todos y la Libertad Avanza oscila el 25%. Javier Milei se destaca por reunir por sí mismo ese porcentaje de intención de voto a diferencia de los otros dos espacios que alcanzan esos números por la sumatoria de los votos de todos sus precandidatos. Al día de hoy, ningún espacio logra obtener una ventaja decisiva.
Tanto en Juntos por el Cambio como en el Frente de Todos se observa un marcado nivel de fragmentación, pese a los intentos fallidos de arribar a consensos que permitan superar los fuertes enfrentamientos internos y divisiones. Esta situación genera la pérdida de un liderazgo unificado y ordenador, lo que lleva indefectiblemente a la dispersión de votos.
En el caso de la alianza cambiemita se percibe una creciente fuga de votos hacia Milei, quien ha logrado capitalizar sus demandas a base de propuestas concretas.
El espacio peor posicionado de cara a las PASO hoy por hoy es Juntos por el Cambio con la amenaza de una ruptura inminente impulsada por Larreta y Morales ante la imposibilidad de imponer la idea de ampliación de la base electoral con la incorporación de Schiaretti.
El próximo 14 de junio vence el plazo para la inscripción de alianzas electorales, por lo que las próximas horas serán decisivas en materia de definiciones. La dirigencia política nacional en su conjunto debe tener en claro que la ciudadanía ya no está dispuesta a seguir tolerando indefinidamente la falta de propuestas y resultados concretos.