La llegada del otoño y sus primeros fríos ya anticipó en Argentina una temporada de enfermedades respiratorias en crecimiento. Desde abril, los hospitales y clínicas de la región metropolitana AMBA han experimentado una creciente concurrencia de pacientes en guardias y consultorios externos, a la vez que grandes ocupaciones de camas en terapia intensiva, todos por enfermedades respiratorias.
Los expertos en infectología explican que por ejemplo, la temporada de bronquiolitis se adelantó. Lo habitual es que su pico se produzca durante junio, pero los casos crecieron significativamente durante abril y mayo, lo que generó demoras en las guardias y salas de espera con gran cantidad de niños pequeños y cuadros con complicaciones respiratorias.
“El aumento de las consultas por cuadros respiratorios empezó a observarse a principios de marzo. Esta tendencia se consolidó en la semana 20 del calendario epidemiológico (del 14 al 20 de mayo) con una mayor circulación del virus sincicial respiratorio (VSR) y un aumento de las internaciones por bronquiolitis, cuando habitualmente este pico estacional se produce en la semana epidemiológica (SE) 24 (a mediados de junio)”, señalaron desde el Ministerio de Salud de la Nación. Ayer, el Boletín Epidemiológico Nacional publicado por la cartera sanitaria que conduce la ministra Carla Vizzotti, confirmó que el número de notificaciones de Bronquiolitis en menores de dos años entre las semanas 1 y 19 del año 2023 muestran un aumento progresivo desde la SE 11 que se acelera en las últimas semanas. Así, los casos de VSR (uno de los principales agentes asociados a casos de bronquiolitis) en el presente año crecieron un 56% más que lo registrado en el año con mayor número de casos en el mismo período (2019), aunque se mantienen algo abajo que el año pasado. “Estamos ante la peor epidemia de bronquiolitis que tengamos registro”, dijo el jueves el titular del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, respecto a la situación que se vive en territorio bonaerense, y pidió tomar medidas urgentes para evitar mayores contagios entre niñas y niños. Y según confirmaron desde el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, se detectó un 25% más de casos de esa enfermedad que en mayo del año pasado. “Esto representa un 30% más de casos que el promedio histórico de los últimos cinco años. Argentina está viviendo un pico de casos de bronquiolitis.
Respecto a la enfermedad tipo influenza (ETI), entre las SE01-19 del 2023, el número de casos notificados es menor en relación a la mayoría de los años del registro histórico, y algo superior que los años 2018, 2020 y 2021. Y sobre los pacientes afectados por neumonía, en ese mismo período se observa que el año con mayor número de notificaciones fue también 2022, seguido por 2016 y 2015. En la presente temporada el número de casos registrados es menor en relación al resto de los años incluidos en el periodo, a excepción del año 2020.
“La sala de internación pediátrica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez está en un 90% ocupada y en el Hospital Elizalde es del 85%. También es muy alta la demanda en guardias y consultores externos por enfermedades respiratorias en menores”, precisó a Infobae la doctora Ángela Gentile (MN 49908), jefa de Epidemiología de ese hospital y ex presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). “Casi todos los casos son de bronquiolitis debido a la circulación del Virus Sincicial Respiratorio (VSR) y la mayoría de los pacientes son menores de un año. Esta enfermedad, que afecta las vías aéreas inferiores o bronquiolos, ataca en especial a los más pequeños, y es la causa más frecuente de internación en chicos menores de un año”, agregó la experta pediatra, que advirtió que desde comienzos de abril se vienen manifestando casos e internaciones.
“El brote de bronquiolitis se adelantó este año y estamos en un pico elevado. A partir de la circulación del COVID-19 hace tres años, cambió la estacionalidad de varios virus respiratorios, incluido el VSR. Y los menores de 5 años han estado con poco contacto o ninguno con el VSR, por lo que estamos viendo más afectados por no estar expuestos previamente ya que el coronavirus desplazó otras enfermedades”, completó Gentile.
Ocasionada por el virus sincicial respiratorio, los niños que sufren bronquiolitis tienen una mayor predisposición a sibilancias recurrentes, anormalidades en la función pulmonar e hiperreactividad de las vías aéreas inferiores.
“Por supuesto que este virus respiratorio afecta también a los jóvenes y adultos. Pero los adultos mayores deben cuidarse más, ya que tienen más riesgo de desarrollar cuadros graves. Para ello, es fundamental estar vacunado contra la gripe, para disminuir el impacto de este virus. La gente debe prevenirse con todas las medias de control. Por eso es muy importante estar al día con el calendario de vacunación, promover la lactancia materna, y alejar a los fumadores de los niños, adultos y de los ambientes cerrados sin ventilación”, sostuvo Gentile.
Ana María Putruele, Jefa de la División Neumonología del Hospital de Clínicas de la UBA (MN 55966) consultada por Infobae explicó que entre abril del año pasado y abril de este han aumentado las consultas en general del 20 al 30 por ciento. Y esto teniendo en cuenta que aún no empezó la época de más frío, que es cuando se presentan más consultas.
“La mortalidad por neumonía presentó un aumento en los últimos años del 4 por ciento, asociado al mayor movimiento de las personas tras la liberación de las restricciones por COVID”, sostuvo Putruele, que precisó que no toda la gente que concurre por problemas respiratorios está vacuna. “Solo de un 50 a 60%. Quienes no se vacunan desconfían de las vacunas o creen que se van a enfermar igual. Tal como la vacuna contra COVID, las vacunas contra la gripe y la neumonía impiden formas graves de la enfermedad, son una prevención más”, sostuvo la especialista.
Y explicó: “Para la neumonía son dos vacunas que se dan en pacientes con comorbilidades –diabetes o estados de inmunodeficiencia– o enfermedades respiratorias previas. Niños y adultos mayores de 64 son los que sí o sí deberían recibirlas. Las vacunas de la gripe son la trivalente y tetravalente, que tienen que ver con las cepas de influenza circulante en la actualidad. Dos son de influenza a y dos de influenza b. En distintos vacunatorios públicos, los mayores de 65 años se la pueden dar de forma gratuita. Complementariamente a las vacunas, es importante la ventilación, la limpieza de las manos, no estar cerca de las personas que están estornudando, cubrirnos la nariz y la boca –cuando hace mucho frío – dado que la inmunidad está disminuida debido al cambio del tiempo”.