Algunos usuarios manifestaron inconvenientes a la hora de realizar depósitos con el nuevo billete de $ 2.000. ¿Cuál es la solución a esta problemática? ¿Qué dijo el BCRA?
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) oficializó hace cuatro meses el nuevo billete conmemorativo de $ 2.000, sumándose como nueva moneda de curso legal en el país.
«El anverso del billete refiere a la Dra. Cecilia Grierson y al Dr. Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país. El reverso cuenta con la imagen del Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos G. Malbrán«, describió la entidad financiera.
Ya en septiembre de 2023, el billete de $ 2.000 llegó al alcance de todos los argentinos. Incluso, los cajeros automáticos de los bancos los entregan a diversos clientes.
Sin embargo, a pesar de su masiva circulación, muchos usuarios manifestaron vivir malas experiencias cuando tenían la intención de realizar un depósito bancario con billetes de $ 2.000.
¿Por qué los cajeros automáticos no aceptan el nuevo billete de $ 2.000?
No todos los cajeros automáticos aceptan el billete conmemorativo de $ 2.000. En ese sentido, desde los bancos alertaron a los clientes a no hacer depósitos de ese estilo.
Según los expertos, es necesario que cada sucursal de cada banco configure las caseteras de los cajeros automáticos para que reconozcan estos ejemplares de $ 1000 y los billetes de $ 2000 nuevos. Se trata de un procedimiento sencillo de realizar, pero que debe hacerse para que las maquinarias puedan recibir y ofrecer este tipo de papel moneda.
¿Qué hago si un cajero automático no acepta los billetes de $ 2.000?
En principio, si un cajero automático no acepta depósitos conbilletes de $ 2.000, el cliente podrá solicitar el cambio por ventanilla.
A raíz de esta problemática, que surge tras varios meses de circulación del billete conmemorativo, las entidades bancarias afirmaron que es necesario realizar «un proceso de programación» en las máquinas para que no rechacen las nuevas denominaciones.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) incorporó las billeteras electrónicas como Mercado Pago, Ualá y MODO, entre otras, como alternativa de pago habilitada para que los ciudadanos cumplan con sus obligaciones fiscales.
De acuerdo con las indicaciones proporcionadas en su página web, los pagos podrán efectuarse tanto con código QR como con número de VEP (volante electrónico de pago).
En los últimos días, la billetera virtual de Mercado Libre (Mercado Pago) habilitó la opción para abonar el monto correspondiente al monotributo y otras cuentas de AFIP, directamente desde su plataforma.
Se trata de un pedido recurrente de los contribuyentes ya que, hasta el momento, el pago con QR sólo se podía realizar mediante la plataforma E-Pagos.
El Ministerio de Economía giró a la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto para el próximo año, donde proyecta un crecimiento del 2,7% del producto bruto interno y una inflación del 70% anual.
En tanto, el dólar alcanzaría los 600 pesos a fin de año, un 63,48% más de lo proyectado al cierre de 2023, lo que convalidaría un ligero atraso cambiario.
Respecto de la meta de déficit fiscal, respetaría el acuerdo con el FMI con un 0,9% del PBI, aunque giraron una separata donde hay 4,7% puntos del Producto entre distintas exenciones impositivas y gastos tributarios. Con lo que abriendo la discusión y retocando algo, el objetivo es que el presupuesto salga del Congreso con un punto de superávit.
Con relación a este año fiscal, en el proyecto se cristaliza una caída proyectada del 2,5% del PBI, una tasa de inflación del 135% y un dólar a $367.
No obstante, fuentes del Palacio de Hacienda reconocieron a Noticias Argentinas que los números se hicieron con cautela y conscientes de que están muy expuestos a la definición electoral y los planes que pudiera haber en un futuro gobierno, sea del color que fuere.
Desde el punto de vista fiscal con miras a 2024, la mejora vendría asociada principalmente a mayores ingresos tras dejar un 2023 atravesado por la sequía.
Con una importante suba en los ingresos de los derechos de exportación, la recaudación del impuesto país (que ganará protagonismo en el peso relativo de la recaudación) y la caída de subsidios energéticos. En economía calculan el impacto de la sequía en 2023 en un 0,8% del PBI.
Específicamente por parte de los recursos los ingresos crecerían en promedio un 111% (0,7% del PBI). Además del aumento por los derechos de exportación, se proyecta una suba real de los impuestos asociados al mercado del trabajo en un 4% versus 2023.
Otro de los efectos que esperan ver de lleno en 2024 es un fortalecimiento de la recaudación impositiva en general por un efecto positivo en el blanqueo de capitales. Si bien no serían asociados al proyecto de ley que todavía está trabado en el Congreso, sino producto del avance en los convenios de intercambio de información en los que fue avanzando el fisco y la mayor precisión con que cuenta el organismo tributario para fiscalizar.
En cuanto al gasto, se proyecta un crecimiento del 93% promedio. La premisa es que los salarios públicos y la asistencia social crecerán levemente por encima de la inflación. Habrá otras partidas que, consecuentemente, quedarán por debajo de la inflación tales como algunos gastos corrientes, subsidios, y transferencias a provincias.
Desde Economía recalcaban que hay una consolidación del gasto primario en 2024 de un punto respecto del 2023 y que se va a un equilibrio fiscal, un denominador común de todas las plataformas electorales.
Por otra parte, si el Congreso emite un presupuesto con superávit, no sería, en principio, necesario financiar al Tesoro y emitir, lo que colaboraría a lograr una baja sensible de la información.
Respecto de la balanza comercial para 2024 se espera una mejora sustancial por una fuerte mejora de las exportaciones. Desde Hacienda reconocen que eso será importante y hará mucho más ágil el tema importaciones. No obstante, reconocen, eso dependerá del resultado electoral y el sistema en que se encuentre el país el próximo año. En concreto, va a haber entre 20 y 25 mil millones de dólares más para administrar y agilizar importaciones de acuerdo con las circunstancias. Si se espera una mejora del 2,7% las importaciones deberán liberarse en cierta medida para darle mayor dinamismo a la economía.
El proyecto ingresó a Diputados y debería comenzar a ser tratado en comisión. Lo que todavía no hay certeza, es si lo comenzarán a discutir inmediatamente o los idas y vueltas arrancarán tras las elecciones, tal como solicitó el candidato presidencial Javier Milei.
En vez de prohibir el uso de ChatGPT en exámenes y tareas, es clave que los programas de estudio incluyan la IA como una herramienta pedagógica fundamental.
El uso de la Inteligencia Artificial (IA), al principio, no fue muy bien recibido en las escuelas. Su adopción generó preocupaciones, especialmente en torno al peligro del plagio. Ante este dilema, muchas escuelas y universidades prohibieron su uso, y otras incorporaron evaluaciones orales en los trabajos escritos para verificar que los estudiantes no sólo reproduzcan información, sino que comprendan en profundidad los temas sobre los que escriben.
Sin embargo, contradiciendo estas reacciones iniciales, las cifras nos demuestran que el uso del ChatGPT tiene un impacto positivo tanto en alumnos como docentes. Según una encuesta realizada por Impact Research, un porcentaje significativo de estudiantes y docentes en Estados Unidos ya adoptó ChatGPT como una herramienta educativa. Hasta un tercio de los estudiantes entre 12 y 17 años, y el 51% de los docentes han incorporado esta tecnología en su rutina educativa. Los resultados del estudio son alentadores: un 89% de docentes y un 79% de estudiantes consideran que ChatGPT ha tenido un impacto positivo en su aprendizaje.
En vez de prohibir el uso de ChatGPT en exámenes y tareas, es clave que los programas de estudio incluyan la IA como una herramienta pedagógica fundamental. Porque el mercado laboral del futuro va a requerir de habilidades y competencias que van mucho más allá de la simple adquisición de conocimientos: la capacidad de interactuar con nuevas tecnologías va a ser vital para el desarrollo profesional de cada estudiante.
Al evaluar a los estudiantes, deberíamos hacerlo en un entorno que simule cómo se desempeñarían en el mundo real. Si en la industria los profesionales utilizan calculadoras, computadoras e inteligencia artificial, los exámenes y tareas para hacer en casa deberían proporcionar un entorno similar a fin de que los estudiantes sean evaluados en situaciones más realistas.
Debemos dejar de pensar que un texto generado por inteligencia artificial implica plagio o “trampa”, y entender que la inteligencia artificial es ahora una extensión nuestra como persona, y que por lo tanto un texto generado por inteligencia artificial pero guiado por un humano debe contar como un texto creado por humanos. A futuro, todos los textos serán parcialmente generados por inteligencia artificial, como una herramienta que ayuda en la escritura.
Por eso, fomentar la comprensión y el uso temprano de estas herramientas no solo enriquecerá el proceso de aprendizaje, sino que también preparará a los alumnos para enfrentar los desafíos del mundo actual.
En este sentido, debemos dejar de subestimar la capacidad de los niños para aprender a usar herramientas tecnológicas. Desde muy chicos, estos demuestran una habilidad asombrosa para adaptarse a la tecnología: los dispositivos móviles y las aplicaciones ya forman parte integral de su vida cotidiana.
Incluso desde antes de aprender a escribir, los chicos están en condiciones de usar ChatGPT –existen funciones que permiten hablarle al chatbot a través de la voz, sin necesidad de escribir–. La clave es que esta tecnología se enseñe y se fomente desde los primeros años de escolaridad. Que los estudiantes puedan explorar qué herramientas de IA existen, sus funcionalidades y cómo sacarles el mejor provecho para sus tareas diarias. Y para esto, debemos permitir que la IA se use para hacer tareas e incluso durante los exámenes.
Porque, al prohibir a los estudiantes el uso de inteligencia artificial en tareas y evaluaciones, no los estamos educando para las profesiones que elijan cuando sean más grandes. Porque la IA es y va a ser su principal herramienta de trabajo. Y es necesario actualizarse. Además, estamos limitando el aprendizaje y enseñando a los estudiantes a trabajar de forma ineficiente y arcaica. Este es uno de los problemas principales que tiene la Argentina en nivel de educación a nivel mundial: el rechazo a la tecnología.
La buena noticia es que, a comparación de tecnologías anteriores como los celulares y las computadoras, la inteligencia artificial es muy fácil e intuitiva para usar. Al ChatGPT se le escribe como si fuera una persona –en inglés, español, u otros lenguajes–. A Midjourney, un modelo de IA que genera imágenes fotorealistas o ilustraciones, también se le escribe en lenguaje natural –en inglés–. Para utilizar Stable Diffusion, otra IA generativa de imágenes digitales de alta calidad, también solo hace falta saber escribir en inglés.
Cuando estaba en el secundario, en la escuela técnica ORT, en la mayoría de las clases estaba prohibido usar tecnología en el aula. A pesar de eso, de a poco algunas asignaturas se fueron flexibilizando, entonces comencé a llevar mi computadora para aprovechar ratos libres y dedicarme a mis proyectos tecnológicos.
En parte, gracias a esa posibilidad de utilizar tecnología en el aula, pude desarrollar proyectos y formarme casi a tiempo completo como programador. Esto me llevó a presentar proyectos en Tecnópolis y otras exhibiciones, y a formar parte del equipo olímpico de informática, lo cual ayudó a que Stanford y MIT me dieran becas para formarme en EE. UU. y dedicarme al desarrollo de productos que utilizan inteligencia artificial. Tuve la oportunidad de trabajar en el desarrollo de videojuegos en Electronic Arts, participar en la creación de una startup de drones con IA en Silicon Valley y en proyectos de redes neuronales en Apple y Meta, además de mi carrera e investigación en IA en la Universidad de Stanford.
Actualmente estoy trabajando en FreeWillAI, una startup que busca empoderar a empresas y desarrolladores para utilizar inteligencia artificial en la blockchain de forma descentralizada, impulsando el desarrollo de Dapps (aplicaciones descentralizadas), protocolos y criptomonedas. Nuestra visión es democratizar la inteligencia artificial y permitir que esta cobre vida propia.
Abrazar la IA en las aulas no sólo prepara a los chicos para el futuro, sino que promueve el pensamiento crítico, la creatividad y la adaptabilidad. Debemos reformular los planes de estudio para que prioricen la enseñanza de nuevas tecnologías y la incluyan con prioridad en clases, tareas y exámenes. El objetivo está claro: empoderar a nuestros estudiantes, los líderes del mañana, con las últimas tecnologías.