Tiene 4 años, lee de corrido y además domina las matemáticas

Lucas Boretto tuvo siempre una fascinación por aprender y tras mostrar desinterés en el jardín, sus padres confirmaron que tiene altas capacidades cognitivas


Lucas Boretto tiene apenas 4 años, pero sorprende a propios y extraños por su dominación en distintas áreas del conocimiento que están muy por encima de su edad. Lee de corrido desde los 3 años, resuelve operaciones matemáticas del nivel secundario y tiene facilidad para aprenderse textos de memoria e idiomas.

Aunque sus padres estaban acostumbrados a la curiosidad por el saber de su pequeño, su capacidad se fue haciendo más notoria a medida que pasaban los años y comenzó a asistir a preescolar. La maestra les comunicó que Lucas era muy hiperactivo y se aburría en clase, por ello decidieron que debían consultar a profesionales. Su diagnóstico preciso -que supieron el jueves- es altas capacidades cognitivas con tendencia a la hiperactividad y a la desatención.

Según las evaluaciones que le hicieron en el Centro Neuroeducativo en Red (Cener), el chico presenta un coeficiente intelectual de 125, es decir, superior.

“Se notaba que tenía muchas ganas de aprender desde que era muy chiquito y en paralelo que aprendía a hablar iba aprendiendo las vocales, los días de la semana, meses del año. Nos empezó a llamar más la atención cuando cumplió dos años porque ya se sabía el alfabeto, empezó a leer palabras que no eran compuestas y para los tres leía de corrido”, relató Débora de Ávila Cunha, la mamá del pequeño en diálogo con El Territorio.

Débora, que es profesora de matemáticas, contó que para él aprender es un juego y de esa manera lo veían ella y el papá de Lucas, pero a medida que crecía iba incorporando saberes más complejos. Ahora va a salita de 4 años y con escuchar una sola vez se aprende de memoria lo que su maestra les lee en clases.

“Tiene mucha asociación lógica, por ejemplo, aprendió todo el abecedario y un día le digo que la ‘m’ con la ‘a’ es ‘ma’ y como sabía cómo suenan las letras se avivó que entonces la ‘s’ con la ‘a’ es ‘sa’ y así con las otras. Aprendió por la lógica, uniendo el sonido de la consonante con el sonido de la vocal”, compartió Débora y agregó: “Siempre le gustaron mucho las letras, los números y los idiomas. No solamente la parte de aritmética sino la geométrica, lo que son las propiedades de las figuras, el Teorema de Pitágoras, así fue encontrándole la lógica a cómo funciona la matemática también”.

Lo que fue confirmado mediante las pruebas que le hicieron en el Cener, ellos como sus padres ya lo sospechaban porque se empezaron a interiorizar mediante lecturas porque “si los niños estaban pintando y dibujando el ocho, él ya estaba manejando la tabla del ocho, la raíz cúbica del ocho”.

Débora confesó que cuando les confirmaron las altas capacidades de su hijo se asustaron porque representa una gran responsabilidad. “Me asustaba que de la nada se sepa el alfabeto griego, el ruso, pero es porque juega en el celular en español y les cambia el idioma para divertirse y así aprende”, señaló.

El pequeño asiste a una escuela de su barrio (zona San Martín y Tacuarí), pero lo cambiarán al Alas y Raíces que tiene experiencia con adecuaciones curriculares en niños con sus cualidades.

“Las recomendaciones que nos dieron son en primer lugar adecuaciones curriculares, que quiere decir que no va a manejar los mismos contenidos de sus compañeros, estamos hablando de un nene de 4 años que lee libros enteros y ni hablar de operaciones matemáticas que están al nivel de un chico de primer año de secundaria”, dijo.

Asimismo, les aconsejaron que tengan mucho cuidado con su edad emocional porque en su caso “es un nene de 4 años que sabe mucho”, por eso no se recomienda hacer un adelanto de curso “porque su edad cronológica no da para estar con chicos de secundaria”.

“El acompañamiento a nosotros como padres y a él como niño para sobrellevar esto. Hoy en día él no se da cuenta de esto, que está saliendo en los medios o que sabe todo lo que sabe porque va con sus amigos y es un nene de 4 años que juega a la pelota, que si se cae y se raspa la rodilla llora; pero en algún momento se va a dar cuenta y sus compañeros también”, expresó.

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