Representará a Misiones en los Juegos Evita y la Anses le retiene beneficios

Ángela y su hermanito Daniel son criados por sus tíos maternos en Oberá. Por trabas burocráticas no perciben pensión por discapacidad ni asignación universal, a pesar de innumerables gestiones realizadas


Ángela Duarte (13) integrará la delegación de Misiones que participará en la instancia Nacional de los Juegos Evita, evento que se desarrollará en octubre en la ciudad de Mar del Plata. La obereña competirá en bochas adaptadas, disciplina reservada a personas con parálisis cerebral.Los primeros años de vida de Ángela y su hermanito Daniel (10) no fueron un cuento de hadas, ya que sus padres los abandonaron, tras varios episodios de maltrato.Ambos menores son criados por sus tíos maternos Pedro y Norma Zaballía, quienes poseen la guarda provisoria otorgada por el Juzgado de Familia de Oberá.Se los nota contenidos y felices con sus tíos. La nena asiste a la Escuela Especial N° 2 y al Centro de Educación Física Especial (Cefe) de Oberá. El varón concurre a la Escuela 667.Además de la medalla que obtuvo en la instancia Provincial de los Evita, Ángela exhibió orgullosa el trofeo que logró por su participación en la reciente Maratón del Inmigrante.En tanto, si bien posee el Certificado Único de Discapacidad (CUD), sus tíos comentaron que hasta el momento no pudieron obtener la pensión que le corresponde por ley, a pesar de innumerables gestiones realizadas.Los menores tampoco perciben la asignación universal, a pesar de reiteradas gestiones ante la delegación local de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).“En mayo el Juzgado de Familia le mandó un oficio a la Anses para que redireccione los haberes de la asignación universal de los chicos, porque la madre cobraba y no les daba nada. En definitiva, ellos nunca disfrutaron de un peso de la asignación: primero porque la madre se quedaba con la plata, siendo que ellos ya vivían con nosotros; y después por la burocracia que demora todo”, lamentó Pedro Zaballía.Lo cierto es que los menores subsisten gracias a sus tíos, ya que no reciben ninguno de los beneficios sociales que les corresponden.“A los chicos no les falta nada porque mi hermana y yo trabajamos para darles las cosas, pero vivimos con lo justo y necesario. Sin embargo, si cobraran los beneficios podrían estar un poco mejor. Reclamamos lo que les corresponde, nada más”, subrayó.

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