Científicos revelaron detalles sobre cómo la hora del día puede ser esencial para diagnosticar y tratar patologías oncológicas. Incluso, advirtieron que influyen en los procesos de metástasis. Los hallazgos. El conocimiento de cómo los ritmos circadianos afectan las funciones celulares involucradas en la formación y progresión de los tumores podría mejorar el tratamiento del cáncer, según un estudio que acaba de publicarse en Trends in Cell Biology. Es que, como gobierna los tiempos en nuestro organismo y delimita algunos aspectos esenciales, como es sueño, también puede afectar el desarrollo, diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Investigadores de ETH Zurich en Suiza descubrieron, en ese sentido, cómo se influyen los ritmos circadianos en la progresión de un tumor y describieron cómo sería posible mejorar los tratamientos si se consideraran los momentos en que los pacientes se someten a pruebas de cáncer y cuando reciben terapias para mejorar el éxito del tratamiento.
“A pesar de los avances en el descubrimiento de vulnerabilidades, la identificación de biomarcadores y el desarrollo de tratamientos más eficientes, el cáncer sigue siendo una amenaza debido a su capacidad de progresar mientras adquiere resistencia a la terapia. El ritmo circadiano gobierna la mayoría de las funciones celulares implicadas en la progresión del cáncer, por tanto, abre nuevas direcciones prometedoras en la lucha contra la metástasis”, explicaron los especialistas en su documento.
¿Puede el tiempo ser un factor?
“El ritmo circadiano gobierna la mayoría de las funciones celulares implicadas en la progresión del cáncer y, por lo tanto, su explotación abre nuevas direcciones prometedoras en la lucha contra la metástasis”, explicó Nicola Aceto, uno de los autores principales de la investigación, especialista perteneciente al Departamento de Biología del Instituto de Ciencias de la Salud Molecular del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH).
Estudios más recientes han demostrado que los ritmos circadianos no solo están involucrados en la aparición del tumor, sino que también gobiernan la progresión del cáncer y la metástasis, la colonización de sitios secundarios dentro del cuerpo. Los autores argumentan que se podría aprovechar esta información al administrar quimioterapia e inmunoterapias para atacar las células tumorales en el momento óptimo. La práctica de administrar medicamentos y terapias inmunitarias en momentos específicos del día se conoce como cronoterapia.
“La formación de metástasis basada en el ritmo circadiano debe verse como una oportunidad para intervenir de la manera más oportuna y efectiva. La cronoterapia promete ser una valiosa opción de tratamiento alternativo en la lucha contra el cáncer”, indicó Aceto. Sus colegas Zoi Diamantopoulou y Ana Gvozdenovic completaron el equipo de trabajo para la presente investigación.Los estudios clínicos han demostrado que su aplicación puede reducir la gravedad de los efectos secundarios experimentados por los pacientes y también puede afectar la eficacia del tratamiento. Por ejemplo, los autores citaron un estudio reciente en el que los pacientes con melanoma que recibieron medicamentos inmunoterapéuticos antes de las 4:30 p.m. tenían casi el doble de probabilidades de sobrevivir que los pacientes que recibieron el tratamiento más tarde ese mismo día. Los ritmos circadianos son oscilaciones biológicas que se repiten con un ciclo de aproximadamente un día. Se corresponden a cambios físicos, mentales y de comportamiento que siguen un ciclo de aproximadamente 24 horas y responden principalmente a la luz y la oscuridad en el ambiente.
Pueden influir en los ciclos de sueño-vigilia, la liberación de hormonas, la temperatura corporal y otras funciones importantes del cuerpo. Se han relacionado con diversos trastornos del sueño como por ejemplo el insomnio. Unos ritmos circadianos anormales también se han asociado con la obesidad, la diabetes, la depresión, el trastorno bipolar y el trastorno afectivo estacional.
“Se requerirá una comprensión más optimizada de estos procesos para liberar completamente su potencial en el aspecto clínico. Definir el momento de proliferación y liberación de células tumorales circulantes en el torrente sanguíneo controlado por el ritmo circadiano en tipos de cáncer adicionales puede ayudar a identificar la ventana de tiempo óptima para la administración de la terapia”, concluyó el especialista.