Patota se reúne a bailar y tomar en el cementerio de Concepción de la Sierra

Profanan las tumbas y cobran peaje para entrar al predio. Fueron demorados ayer por unas horas. Se mueven en grupo y son todos menores, señaló el intendente


Los vecinos de Concepción de la Sierra no salen del asombro y temor por los constantes hechos vandálicos, cobros de ‘peaje’ para circular y robos piraña de los que son víctimas. En las últimas horas se viralizó en las redes sociales un video en el que se observa a un grupo de adolescentes bailando y escuchando música en el cementerio municipal, situación que se dio el fin de semana pasado y por lo cual recién ayer fueron demorados seis chicos de entre 13 y 18 años.La situación fue alertada por los vecinos de la zona, quienes manifestaron que este fin de semana -entre la noche del sábado y la madrugada del domingo- no pudieron dormir debido a la fuerte música que provenía del interior del camposanto.Ante este suceso que generó un escándalo en la localidad, los vecinos dijeron que no es la primera vez que pasa algo similar y en tal sentido las autoridades policiales identificaron a los implicados. Fue así que, por disposición del Juzgado de Paz, iniciaron un operativo en el barrio Esperanza, donde demoraron a los adolescentes que participaron del baile en el predio municipal.Al ser menores de edad, a los chicos se les notificó la instrucción de la causa contravencional y fueron entregados horas más tarde a sus tutores. En tanto, un joven de 18 años involucrado en el hecho, quedó detenido en averiguación de sus antecedentes. Los lugareños insistieron en que este tipo de hechos es una constante en el barrio Esperanza, cercano al camposanto donde la profanación de tumbas es habitual y viven atemorizados por la patota. DesbordadosEl intendente, Carlos Pernigotti, reconoció ayer los hechos y blanqueó la alarma de todos. Sin embargo, sostuvo que están desbordados por el actuar de esta patota que atemoriza a los lugareños y ya no saben qué medidas tomar, por lo cual pidieron asistencia al Ministerio de Gobierno.“Estas situaciones se vienen dando desde hace mucho tiempo, informamos a las autoridades provinciales porque tenemos un grupo de chicos que ocasionan actos vandálicos en el barrio de 200 familias que queda al lado del cementerio”, explicó Pernigotti.Dijo que la mayoría de los participantes en este tipo de acontecimientos son menores de edad, entre los 12 y los 17 años, que fueron ingresados varias veces a las comisarías, pero por su edad vuelven a salir y a reincidir, sin mayores consecuencias.Contó, además, que la Escuela 878, en medio del barrio, fue atacada siete veces en el último tiempo, produciéndole distintos tipos de daños al edificio escolar.“Van presos y salen en libertad porque el juez los larga al ser menores”, dijo el alcalde.Comentó que ayer volvió a tener comunicación con las autoridades provinciales con la intención de que en el lugar se instale un destacamento policial, que provisoriamente funcionaría en el establecimiento educativo tras la autorización del Consejo General de Educación.“Armar un destacamento es la única solución que vemos, que haya presencia policial en el lugar, porque es un barrio que queda a 800 metros del casco céntrico, la gente ya está atemorizada, llaman a la Policía y hasta que llegan allá estos muchachos corren y se internan en los yerbales. Los padres de los chicos nos dicen que ya no pueden más con ellos, así que hay que actuar con la Policía, no queda otra”, señaló el jefe comunal en Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7“Es una patota de diez o más chicos que están siempre juntos. A la gente que va al cementerio le cobran peaje para entrar, sino le rompen el auto. Es un tema que se complicó de tal manera que es imposible buscar una solución dentro del pueblo, tenemos que salir a buscarla afuera. Creemos que con la presencia policial esto va a cambiar”, dijo Pernigotti y agregó que la mayoría de los chicos está identificado y son conocidos de la zona.Otra alarma es que cada vez más menores se van incorporando al grupo. “Si no lo frenamos ahora, esto no va a parar más. Si los mismos chiquitos empiezan a ingresar no se frena más, se nos está escapando de las manos. Es algo que nunca nos pasó”, indicó.El intendente comentó que intentaron poner un sereno que patrulle la zona, pero nadie quiso tomar el trabajo por la violencia con la que se mueve el grupo de día y de noche.Consultado sobre la situación social de los adolescentes, precisó que los más chicos están escolarizados, pero los otros ya están fuera del sistema educativo.Además sostuvo que el consumo de sustancias como alcohol y otras drogas está presente en la zona cada vez con más frecuencia.“El drama es que no tenemos acá lugares para rehabilitarlos. Cuando caen presos por algún acontecimiento, los mandamos a Posadas, pero están no más de dos meses y después vuelven y siguen en la misma situación”, finalizó.

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