Una guía posible para implementar en nuestra vida cotidiana, una práctica espiritual sagrada y una experiencia personal.
“No discutamos con la realidad”. Esta es una de las afirmaciones más importantes que hace 20 años publicó Byron Katie, una reconocida estadounidense en “Amar lo que es”, un libro de su autoría que se ha vendido por millones.
“Amar lo que es” propone cuatro preguntas que podemos hacernos ante cada pensamiento que enturbie nuestras emociones y nuestra percepción sobre la realidad.
- ¿Es verdad?
- ¿Estoy absolutamente segura de que es verdad?
- ¿Qué sucede en mi cuando creo en ese pensamiento?
- ¿Quién sería yo sin ese pensamiento? .La propuesta continúa, pidiéndonos que demos vuelta esa creencia que nos preocupa y sugiere otros pasos ingeniosos que colaboran para que podamos despejar aquello que agranda el problema y que nos hace sufrir.
- Hemos aprendido que no hay recetas ni atajos y que seguramente no resolveremos el sentido de nuestra vida a través de ninguna fórmula ni de ningún paso a paso. Sin embargo, la guía que propone este libro, puede funcionar como un punto de partida para iniciar un camino que no sabemos hasta dónde nos llevará.
- Colabora con un método simple para que podamos modificar el lugar que tenemos frente a lo que “nos sucede” y frente a la idea que tenemos de nosotros mismos. Sí, el método es simple pero por cierto, hacer estos movimientos nos desafía con procesos no tan fáciles de lograr.
- Por eso mismo, Katie acompañó este libro con una metodología que desarrolla en”The Work”. Hay que hacer el trabajo. Ya lo sabemos: nada va a modificarse si no nos atrevemos a las preguntas, a permanecer un tiempo sin hallar respuestas y a actuar en consecuencia, cuando descubrimos dónde están los nudos y las trampas que limitan nuestra vida.
- Santosha
- Todo su desarrollo está sostenido en esas verdades mayores que siempre han estado ahí, esperando por nosotros.
- Hace un tiempo, en este mismo espacio, compartíamos el concepto de Santosha “Alegría, serenidad y aceptación como práctica espiritual en la vida cotidiana”.
- Santosha refiere a la posibilidad de lograr un estado de contentamiento, más allá de cual sea la experiencia que estamos experimentando.
- Es uno de los Niyama o reglas de la conducta personal que ya estaba plasmada en Yoga Sutras, los fundamentos sagrados del Yoga que escribió en el siglo III a.c. el sabio Patanjali.
- Las 3 claves para amar lo que es
- En “Amar lo que es”, Byron Katie propone también otros conceptos que parecen devenidos del sentido común pero que son máximas espirituales traducidas a este tiempo y simplificadas para que las podamos practicar y luego dar un paso más.
- Ocupate de tus asuntos. Gran parte de nuestro malestar se debe a que pasamos demasiado tiempo en asuntos de otras personas. Muchas veces, la angustia o la bronca aparecen a causa de lo que alguien ha hecho o ha dejado de hacer. Hablando en exceso sobre la vida de otros, sobre lo que hacen o lo que deberían hacer. En ocasiones, esto es una justificación o una distracción para no ocuparnos de lo propio. Según la autora, hay 3 tipos de asuntos: los míos, los tuyos y los inevitables, los de Dios. Cuando estamos en los asuntos del otro nos desconectamos de nuestro mundo interno.. Alcanzar “la capacidad de estar en mis asuntos”, es una habilidad que se va desarrollando.
- Dales el lugar adecuado a tus pensamientos. Necesitamos aprender a identificar qué pensamientos son los que nos estresan. Es fundamental observar cuando tenemos uno que se opone a la realidad. Podemos “opinar” sobre lo que sucede tanto como queramos pero ese parloteo mental sólo nos llevará a un mal lugar. Cuando dejamos de resistirnos a lo que es, la vida se vuelve más simple. Katie nos propone entonces que no discutamos con la realidad. En ocasiones, algunos de nosotros creemos que la aceptación de la realidad nos vuelve pasivos, desinteresados y nos deja en el lugar de “vencidos”. Sin embargo lo que sucede cuando practicamos la aceptación, es revelador. “¿Cómo te sientes cuando no quieres estar donde estás: en el embotellamiento, en tu puesto de trabajo, en la sala de espera del aeropuerto con la gente que te acompaña? En esas situaciones, el “no quiero estar aquí”, además de inútil, es disfuncional. Te hace infeliz y hace infelices a los demás. El “no” habitual y reactivo fortalece el ego. El “sí” lo debilita. Tu identidad en la forma, el ego, no puede sobrevivir a la rendición” Esta es una de las frases de Eckart Tolle más conocidas e invocadas. Sore la aceptación de lo que es, tambien profundizábamos hace unos años en esta publicación » Del por qué al para qué”.
- Observa el pensamiento detrás del sufrimiento. La tercera clave del proceso que se propone en Amar lo que es, afirma que todo sufrimiento es causado por un pensamiento que no es cierto. Cuando estamos tomados por las emociones de ira, tristeza, decepción o cualquier otra de la misma familia, nos cegamos. No es simple identificar los pensamientos que nos hacen sufrir. La clave está en escuchar al cuerpo ¿Cómo es mi respiración? ¿Siento tensión en los hombros o los brazos?¿ Me duele la panza? ¿Tengo náuseas? Nuestro estado natural es un flujo, de paz y armonía. Ser consciente de nuestro cuerpo puede ser de gran ayuda para identificar los pensamientos que están causando esas emociones difíciles. Durante estas décadas de búsqueda, jamás había escuchado hablar sobre Katie. Sin embargo, en las últimas semanas, por la magia de las sincronías o por las conspiraciones del algoritmo, encontré a varias personas que respeto y en quienes voy a buscar cobijo cuando me hace falta escuchar algo nutritivo, recomendando su libro. Elijo pensar que los mensajes llegan por resonancia y por facilitación, pero en los tiempos que corren es inevitable que me haga la pregunta sobre los hilos invisibles de las “sugerencias” que nos llegan a través de las aplicaciones que usamos. Mientras menos duda me cabe que nos escuchan, más me pregunto si la tecnología ya es capaz de leer nuestros pensamientos y anticiparse a nuestras necesidades. Tema para otro momento.
- Una experiencia personal
- Lo cierto es que, durante este tiempo me había propuesto como única práctica elegida, trabajar la aceptación de lo que es, tal como es. Hacemos procesos y aprendizajes todo el tiempo, pero podemos elegir también hacer foco en algo que sintamos con certeza que puede ser el punto en donde el nudo se desata.
- “Lo que sucede es perfecto”: lo tomé como mi mantra de cabecera.
- “Lo único que voy a hacer es aceptar lo que es tal como es. Lo que sucede es lo correcto”. Me lo repetía una y otra vez. Al inicio, la paz y cierta armonía se iban instalando en mí y lo cotidiano adquiría cierta fluidez. El silencio mental me ahorraba mucha energía.
- Sin embargo, cuanto más lo hacía, la vida me acercaba experiencias más desafiantes, como si me dijera en forma provocadora y con cierta complicidad “Ah ¿si? ¿Te crees muy canchera? Ahora vas a ver si podés aceptar lo que es de verdad”. Las situaciones se iban tensando y la práctica se volvía más exigida. Fracasé muchas veces, me volví a hundir en el barullo mental. Me enfermé.
- Por semanas, sentí la vida como un caos. Estaba perdida. Así volví a leer las palabras de Amar lo que es y observé que había perdido la práctica. Aún no se había encarnado por completo en mí. La toma de conciencia del error me regresó al camino de la práctica permanente y de pronto todo empezó a volver a ocupar un lugar más coherente y orgánico.
- Todos tenemos el potencial para regresar a nuestro eje. Sólo tenemos que observar en dónde nos hemos perdido, y fortalecer la voluntad de regresar al punto en donde abandonamos, con la certeza de que volver a dar un paso hacia una vida mejor posible, lo vale todo.
- Que así sea.