Este lunes, en Salto Encantado, más de 400 productores se reunieron con funcionarios provinciales para discutir la necesidad de establecer precios justos para la yerba mate. Tras la reunión, los ministros Facundo López Sartori y Liliana Rodríguez, junto con el diputado Juan José Szychowski, compartieron detalles sobre los acuerdos alcanzados.
En este marco, el legislador destacó que la respuesta del sector fue satisfactoria, subrayando el compromiso de la provincia con una problemática que afecta a todo el sector productivo debido a la falta de apoyo por parte del gobierno nacional, según comentó al periodista Gustavo Añibarro.
En esta línea, el ministro Facundo López Sartori destacó la importancia del encuentro, más allá de la postura del Ejecutivo Nacional. Subrayó que “La demanda del productor misionero es la necesidad imperiosa de generar herramientas institucionales del gobierno, independientes de la bandera política, pero que ordene el mercado del sector de la yerba mate “.
En este aspecto, el diputado Szychowsky enfatizó que la provincia ha asumido la responsabilidad durante los últimos seis meses, cuando la cadena productiva estaba desfinanciada y la cosecha de yerba mate estaba a punto de detenerse. Se destinaron más de 20 mil millones de pesos al sector cooperativo y al sector secadero para evitar la paralización, mientras se espera que la nación y el INYM fijen un precio y retomen sus atribuciones. “sin embargo, ya es momento de avanzar y ordenar la actividad” sostuvo el legislador.
Desde su perspectiva, la ministra Liliana Rodríguez señaló que el 80% de la producción de yerba mate se encuentra en Misiones, mientras que una empresa en Corrientes es la que obtiene los beneficios.
Por esta razón, explicó que el gobierno está trabajando en buscar alternativas y herramientas para evitar que los productores misioneros sigan perdiendo terreno.
Por último, el diputado comentó: “Cuando escuchás a la Nación, parece que como el precio en góndola bajó, está todo bien. Pero en este extremo tenés un montón de cosecheros y secaderos a los que no les cierra, que no llegan a fin de mes”.
Añadió: “Una cadena productiva se mide de un extremo a otro. Se empieza por el cosechero, el productor, los secaderos, el molino, los distribuidores y el consumidor; eso es una cadena de valor”. Por ello, aclaró que “para que funcione una economía regional, tiene que funcionar la cadena de valor y no sólo uno de los sectores”.