Los investigadores locales y estudiantes mostraron sus trabajos a los transeúntes. “Hay que desmitificar que el científico está encerrado en un laboratorio”, dijeron
Un microscopio, lupas, guardapolvos y tubos de ensayo. Eso y más elementos sumados a estudiantes e investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Misiones (Unam) y el Conicet colmaron ayer la plaza 9 de Julio, de Posadas, en el marco de una kermés por la Semana Nacional de la Ciencia, que organiza cada año la casa de estudios misionera.
El objetivo principal es poder acercar la ciencia a los ocasionales transeúntes y despertar así el conocimiento en la población por métodos científicos y que las personas sepan qué investigan los profesionales locales.
Así, los distintos proyectos en los que trabajan estos investigadores fueron expuestos en la mañana de ayer a cielo abierto y ante la atenta mirada y consultas de las personas.
“La gente se entusiasma mucho, hay que desmitificar que el científico está encerrado, despeinado y de guardapolvo en el laboratorio. Demostrar que hay ciencia en la vida cotidiana, muchos stands demuestran que en la casa podés ver cosas relacionadas con la ciencia”, contó Alicia Álvarez, investigadora y docente de la facultad e integrante del Proyecto de Biología Pesquera Regional, que estudia la diversidad íctica del río Paraná y sus arroyos afluentes.La diversidad íctica del río Paraná en uno de los stands. Foto: Marcelo Rodríguez“Es importante incentivar el cuidado por la biodiversidad y pensar que el río es un hábitat muy valioso y hay que cuidar el agua para mantener la población de peces activos”, explicó sobre lo que promovía en el stand que encabezó.
En definitiva, “estamos promocionando la ciencia y despertando la vocación científica en los niños y las familias”, dijo.
A pocos metros, la investigadora Inés Badano explicaba junto a estudiantes de la Licenciatura en Genética sobre la evolución humana mediante una muestra de fósiles 3D hechos con impresoras.
El desarrollo de ese proyecto supone la integración de varias áreas de la universidad: el Centro de Competencias, Unam Transmedia, Makers Lab (Facultad de Arte y Diseño) y la cátedra de Antropología Biológica de la licenciatura en Genética.
“Notamos mucho interés de la gente y lo que queremos es interesar a los chicos en que si uno estudia bioquímica, farmacia o ingeniería, no necesariamente va a trabajar en un laboratorio”, señaló por su lado la ingeniera química Julia Kruyeniski.
La investigadora del Instituto de Materiales de Misiones (Imam) es actualmente becaria postdoctoral y ayer era también una de las encargadas explicar sobre el proyecto de biorrefinería en el que trabaja junto a varios colegas.
“Usamos materiales lignocelulósicos que tienen celulosa, lignina y hemicelulosas”, indicó y agregó que la materia prima para producir productos y subproductos como xilitol, nanocelulosas, bioetanol y biopolietileno es principalmente el desecho de la forestoindustria misionera.
“Trabajamos con aserrín de pino y eucaliptus y bagazo de caña de azúcar”, comentó.
Luego destacó que la biorrefinería tomó mayor impulso en el último tiempo, si bien no es algo nuevo, “porque con nanocelulosas, por ejemplo, se está buscando repeler el agua para usarlo en packaging de alimentos” como material de embalaje sustentable y amigable con el medioambiente.
En otro de los puestos desplegados sobre la plaza, llamaban la atención de las personas explicando sobre la diferencia en la cantidad de azúcares que tienen las mermeladas comunes con las de tipo light y determinaban la cantidad de vitamina C que tienen los distintos productos.
“Es muy divertido sacar el trabajo a la calle, es algo que nos encuentra felices y en comunidad. Genera mucha cercanía con las personas que están circulando por la calle y se interesan por lo que estamos haciendo, la gente pregunta mucho sobre para qué sirve la vitamina C, si se pierde o no, cómo se la consume. Es un proyecto interdisciplinario de Ingeniería .Química, en Alimentos, Bioquímica”, precisó Amanda, doctora en Ciencias Aplicadas e investigadora del Conicet.
En otro sector estudiantes de Genética enseñaban sobre cultivo y función de la stevia como endulzante natural regional.
“Hacemos propagación de la planta por esquejes, in vitro o semillas en el centro de investigación del Jardín Botánico”, detalló Lucia, tesista de la carrera de grado.
“Trabajamos con stevia porque es un endulzante natural muy utilizado en la zona, endulza 200 veces más que un azúcar de mesa, es una planta nativa de Paraguay, pero por las condiciones de Misiones acá funciona bien”, sumó.
Así, decenas de personas tuvieron la oportunidad de encontrarse cara a cara con la ciencia para animar el espíritu científico y curioso.