Del encuentro participaron seis profesionales del campo educativo nacional, en el que expusieron sobre el proceso de evaluación, la tecnología y pedagogía
En la jornada de ayer se llevó a cabo el Foro Pedagógico Internacional 2022 bajo la premisa “Pensar el quehacer Educativo” en la Cámara de Representantes de Posadas. En el encuentro, eminencias en el campo educativo argentino expusieron para brindar experiencias prácticas, así como trabajos de investigación, sobre metodologías de enseñanza en una jornada dedicada a docentes y autoridades educativas.
Una de las experiencias prácticas fue la que presentó Horacio Ferreyra, doctor en educación, investigador del Conicet y docente de la provincia de Córdoba, quién habló sobre nuevas formas de evaluar en la primaria que transgreden métodos tradicionales.
Para ello, compartió un proyecto en el que estudiantes de primaria mejoran su fluidez en la lectura a partir de leer en la radio y dramatizar obras teatrales. En estos casos, “la forma de evaluación cambia y los estudiantes reconocen que aprendieron habilidades blandas”, de esta manera no se pone el énfasis en lo cuantitativo sino cómo la experiencia ayudó a que el alumno incorpore uno o varios conceptos, remarcó Ferreyra.
Además hizo referencia al actual escenario que se encuentran los docentes en las aulas: “Estamos en un cambio de época interesante, que viene a desafiar, la palabra del profesor y el texto escrito dejan de ser los soportes exclusivos de la comunicación. No es la misma presencialidad que dejamos, de repente estamos dando clases y un alumno dice: ‘profe, armemos un grupo de whatsapp así nos mantenemos comunicados’. Hay que ver qué cosas son necesarias aprender en la escuela y qué son deseables”.
El profesional de la educación planteó una disyuntiva en la formación que tiene que ver con los saberes que deben incorporar los estudiantes, “hoy se exigen cada vez más áreas ligadas a la tecnología, inteligencia emocional, pero queda menos lugar para Lengua y Matemática, saberes complejos e imprescindibles”.
Como una salida el docente planteó que hay que discernir entre lo imprescindible y lo deseable, “lo imprescindible es aquello que el alumno debe aprender en el año en que esté y va a marcar su trayectoria educativa. Por ejemplo, es imprescindible que un chico en primer grado sume, es deseable que sepa multiplicar y dividir”. Esto sirve de indicadores para avanzar en la trayectoria educativa para los docentes destacó.
La conectividad
Por otra parte, participó del evento Anabel Gaitán, doctora en Educación, quién habló sobre la necesidad de implementar la conectividad y utilización de tecnologías emergentes para docentes.
“Hoy acceder a la conectividad es el punto de partida para los procesos en la educación, durante la pandemia y hoy se ve cuánto valoramos poder resolver situaciones con la conectividad. En los temas más conflictivos que los alumnos no entienden, generar videos o audiovisuales les permite a los chicos poder pausar y revisar para poder llegar al objetivo que tiene el alumno que es aprender algo”, señaló Gaitán.
“El estudiante tiene que reconocer valor en la persona que le está queriendo enseñar algo, si no lo reconoce, puedo gritar, hacer cualquier cosa y no va a aprender, hoy el aprendizaje es personal; depende de la persona que aprende”.
La profesional destacó que hoy no sólo se aprende de una persona, esto replantea la profesión del docente y toda una cosmovisión del campo de la educación.
Por último, Carlos Vigo de la Agencia Universitaria de Posadas y organizador del evento, destacó que “los desafíos están ligados a la globalización y la digitalización, los cuales han conectado y hecho aumentar enormemente el potencial individual y colectivo. Pero de la misma forma, el mundo se ha vuelto inestable, incierto y complejo. La educación debe construir esperanza ante el sufrimiento de nuestros jóvenes y adolescentes».