Una suba del 25% en el precio que paga el comprador de un 0KM en el concesionario representa el impuesto al lujo que desde marzo comenzarán a tributar los compradores de modelos de gama media cuyo valor en el comercio supere la barrera de $5.800.000.
La medida de la Nación, que alcanza con este ajuste a varios modelos que antes no, es vista por concesionarios de Misiones “como un nuevo palo en la rueda al de por sí restringido mercado”.
Si bien, los montos pueden variar según los precios que determina cada marca en sus listas oficiales, concesionarios de Misiones estimaron que la nueva escala del impuesto “va a afectar a numerosos modelos de autos importados y nacionales que desde ya está bastante restringido”, dijo el propietario de concesionarias Alcaraz, Ramón Alcaraz.
El empresario explicó en ese sentido a este Diario que, por la forma en la que se calculan los impuestos internos, la aplicación del 20% del impuesto al lujo se transforma en una suba real del 25% en el precio que paga el comprador en el concesionario.
Además del ajuste previsto para marzo, habrá otro retoque en mayo.
“Con esa vieja aplicación del tope o el piso como se quiera llamar, nosotros estamos padeciendo enormemente la política de restricción de las importaciones. Este nuevo monto del impuesto va a afectar como te decía, a numerosos modelos y realmente no hace más que golpear a la clase media en un agobio sostenido”, analizó.
“Creo que al Gobierno le falta también una visión más optimista del futuro de nuestra industria. La automotriz es una industria madre, que no solamente fabrica autos, sino detrás de esta industria, hay numerosas PyME que son proveedoras de autopartes y estamos también las redes de concesionarios, que nos vamos a ver seriamente afectados”, reiteró.
Y añadió: “Hay una enorme cantidad de personas involucradas en este negocio y realmente las medidas tomadas hasta ahora solo han logrado cortarnos la libertad de trabajo porque todas las concesionarias se están viendo obligadas a achicar su plantel. Eso es dejar a mucha gente en la calle y eso está ocurriendo, esa es la parte social, que este Gobierno con su política económica, si es que la hay, está afectando de manera contundente”.
“Avizoramos un futuro que se plantea muy negativo”
El mercado concesionario atraviesa, desde el advenimiento de la pandemia por el COVID-19 una crisis tras otra. Lo reflejan claramente los números de los patentamientos que, aunque muestran una aceleración, no se acercan a las cifras de la prepandemia.
Innumerables han sido los escollos: restricciones a importaciones de autos y autopartes, encarecimiento de insumos y negociaciones salariales, por esa razón se ve con malos ojos que el impuesto al lujo sea pagado también por compradores de coches de la gama media.
“Desde que comenzó este Gobierno hemos tenido trabas constantes. Realmente avizoramos un futuro muy negativo para esta industria, es evidente que no está en la mente de los dirigentes de este Gobierno atender a la industria nacional”, lamentó Alcaraz.
“Son numerosos los autos que van a ser alcanzados. En nuestra cartera de propuestas de ofertas los autos y camionetas Tiggo han sido fuertemente alcanzados porque superan los $7 millones de pesos”, ejemplificó.