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El Alzheimer, la enfemerdad en la que el acompañamiento de la familia es de vital importancia

Profesionales argumentan que en las primeras señales de alerta se debe ir a consulta para dar con un tratamiento adecuado que brinda calidad de vida a los pacientes


El Día Mundial de la Enfermedad Alzheimer busca concientizar y sensibilizar sobre una enfermedad que cada vez afecta a más personas en todo el mundo. A nivel global, más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con enfermedades mentales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, se estima que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050. En nuestro país las cifras ascienden a 503.000 personas en 2015 con una proyección de más de un millón para el 2050.El neurólogo, Hugo Solís, dialogó con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7 y brindó recomendaciones tanto a pacientes como a los familiares.“Hablar de de Alzheimer es hablar de la forma de demencia, de una enfermedad neurodegenerativa, más frecuente de todo el grupo, abarca aproximadamente el 80%, de todas las demencias. Es una enfermedad, lentamente progresiva, no es una demencia de curso rápido, es un cuadro demencial de curso lento y en general el pico etario estaría a partir de los 65 años, pero eso no quiere decir que no haya casos de Alzheimer de comienzo temprano que son justamente esos los casos donde se piensa que hay mayor componente hereditario y por supuesto que vemos esos casos pero son la excepción”, explicó.Además el profesional recordó es una enfermedad multifactorial, realmente tiene muchas causas que se pueden ir presentando, “es bastante complejo. Hay tipos de olvidos que suceden y más en esta época que estamos en múltiples actividades y eso evidentemente le baja la calidad al nivel de atención de las cosas pero no necesariamente eso significa un problema, sino que más bien es un problema de atención por las multitareas que estamos desarrollando. Haciendo un poco hincapié del sintoma de la enfermedad Alzheimer que es el olvido, hay algunos que uno no tiene que darle tanta importancia pero cuando estos olvidos ya están dificultando y tienen impacto en el trabajo de la persona, empieza a tener otra connotación, ya la memoria empieza a jugar un rol en el impacto en el trabajo, entonces ante estas señales se tiene sí o sí que consultar a un médico”.“Lo ideal sería es que consulte a un neurólogo porque va a ver de pedir un laboratorio completo, pedir resonancia de cerebro, tomografía de cerebro, un neuropsicólogo estudiando las distintas áreas de la memoria, el juicio del pensamiento abstracto del paciente, va viendo punto por punto en la memoria y ver donde puede estar fallando el paciente”, recalcó.Solís agregó que siempre se alienta a la consulta para encausar un tratamiento que si bien al momento actual no hay un tratamiento que sea curador, el tratamiento es sintomático, “pero ya empezamos a ordenar un poco la calidad de vida. La enfermedad también tiene distintas etapas, tiene etapas pressintomáticas donde está dándose el cambio biológico en la célula, en las neuronas, todavía no hay manifestaciones clínicas y después empieza a tener etapas donde los síntomas son muy leves, algunos olvidos ocasionales y paulatinamente se va agregando impacto en la calidad de vida por la desorientación, pérdida del juicio, y trastornos conductuales donde también hay que medicar porque empieza a desconocer y con eso se mejora la calidad de vida del paciente y de los cuidadores, me parece que es una manera de ir transitando la enfermedad de otra manera”“Hay muchos avances en este momento en cuanto a terapéuticas, están haciendo estudios muy importantes en todo el mundo en dirección a esta proteínapatía que es donde se forman las acumulaciones de proteínas que inciden en el Alzheimer por lo que creo que pronto habrá novedades importantes”, enfatizó.Tratamientos y procedimientosEn Argentina la Anmat tiene aprobados dos tipos de tratamiento que mejoran los síntomas, “pero los estudios en el mundo van rapidísimos y no hay que descartar que tengamos novedades. El tratamiento actual es solamente contra el síntoma, no tenemos en Argentina probablemente un tratamiento que sea curador de la enfermedad o que podamos retrasar la enfermedad. Viene un poco todavía complejo, ya se están movilizando y están en curso de estudio fase tres un montón de medicamentos dirigidos a esto”.“Dependiendo de los trastornos conductuales que tengan el paciente tiene que haber un canal comunicativo permeable a la familia, a hablar, poder charlar, poder juntarse y entender que es un proceso sin duda muy difícil pero la idea es poner en palabras, encontrar espacios terapéuticos, donde puede haber también un psicólogo, participando, ayudando a la familia a transitar ese dolor, a entender que es un poco la enfermedad del momento, manejar esa frustraciones, angustias y acompañar a ese ser querido a transitar algo que no lo ha deseado ni lo ha buscado”, refirió.El médico neurólogo destacó que alienta al cuidado de la salud y todo lo que es bueno para el corazón y para el cerebro, “porque no es lo mismo transitar una enfermedad de Alzheimer en una persona que tiene un buen estado de salud que en alguien que jamás se cuidó, evidentemente ahí se van a ir sumando otros daños y realmente se va a poner mucho más difícil encausar un tratamiento con ese paciente”“Hacer lo que más le guste, tener vida social ayuda mucho ya que muchas veces el paciente empieza a dejar de ver a sus amigos, empieza a dejar de vincularse con esas cosas que le gustaban, entonces hacerlo, estimula al cerebro. Lo peor que hay es la desmotivación, el humor es reparador de muchas cosas y aparte hace que las cosas por ahí no sean tan terribles o tan trágicas como a veces nos tomamos y ayuda a ser más suavizada”, detalló.InternaciónFinalmente consideró que llevar al paciente al tratamiento a una clínica o instituto depende siempre de las características del paciente, “en las primeras etapas siempre está en la casa, se empieza a ver el problema de la memoria, las fallas cognitivas pero también depende mucho de la personalidad porque si ésta desde antes de la enfermedad tiene un tinte más agresivo, más difícil, es probable que esta característica ayude a que la decisión sea mucho más rápida y el consejo puede llegar a ser la internación para que se lo pueda controlar”.“Hay veces que hay familias que han logrado llegar a las últimas etapas de la enfermedad cuidando a los familiares en su casa, con mucho amor y hay otra familia que le ha sido muy complicado que han tenido que internarlos en un tercer nivel o en una institución donde le dan los cuidados donde recibe las visitas de sus familiares”, culminó.

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