El prolongado uso de pantallas sin descansar los ojos es uno de los principales factores de riesgo, afirman las profesionales
Ayer, por segunda vez en el año, se realizó una jornada de atención y detección de patologías visuales en niños en el Hospital Pediátrico Dr. Fernando Barreyro de Posadas.
En dos tandas, por la mañana y la tarde, se atendió a 80 chicos con turnos programados con anterioridad.
Allí las médicas oftalmólogas María Fernanda Corsi y Teresa Peñalva detectaron diferentes enfermedades visuales aunque una lideró sobre otras. “Se detectaron muchas patologías, pero miopía en la mayoría de los niños, a quienes se les indicaron lentes”, explicó Peñalva a El Territorio.
La miopía es un problema de refracción (forma en que la luz se refleja dentro del ojo) que hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
En cuanto al síndrome del ojo seco, también encontrado, se da por la fijación prolongada en las pantallas, lo que reduce el parpadeo y eso produce resequedad en la córnea, generando la necesidad de usar lubricantes.
Toda esta situación se sostiene en el tiempo y en los últimos años se potenció con la pandemia de Covid-19.
Al respecto, la profesional de la salud, señaló posibles factores. “Hay dos causas probables, hay muchas personas que tienen predisposición a desarrollar miopía, esto quiere decir que si el papá, la mamá o algún familiar ya tienen miopía o astigmatismo y usan lentes, eso sumado a la actividad con pantallas, desencadena la patología”, detalló.
Y agregó: “Después hay otros casos que sin tener antecedentes previos ni familiares que los puedan predisponer, empezaron a usar lentes”.
Nuevos estilos de vida
La semana pasada, un informe de la cadena de noticias BBC dio cuenta que en los Estados Unidos, alrededor del 40% de los adultos son miopes, frente al 25% en 1971. Las tasas se dispararon de manera similar en el Reino Unido y alcanzan al 90% en los países desarrollados de Asia.
Si continúan las tendencias actuales, la mitad de la población mundial será miope para 2050.
Los profesionales citados en el informe afirman que se cree que los factores del estilo de vida son significativos para que esta realidad vaya en aumento, en particular, la falta de tiempo al aire libre y el enfocarse en objetos cercanos durante períodos prolongados a través de actividades como la lectura o uso de pantallas.
“La pantalla es una realidad que vino para quedarse y la idea nuestra no es prohibir porque en los colegios y los trabajos esa realidad virtual sigue después de la pandemia”, dijo Peñalva.
Aunque remarcó que a los padres de los chicos les dan pautas de uso de esos objetos tecnológicos. “Siempre hay que descansar y tener en cuenta la regla del 20/20, es decir, cada 20 minutos de uso descansar otros 20 y que el ojo deje de trabajar tanto, que el ojo mire a la distancia, alternar con actividades al aire libre. Que se puedan seguir haciendo las actividades pero que eso no le genere un daño al ojo”, contó.
Indicó que “los menores de 2 años no pueden usar pantallas y entre los 2 y los 4 años pueden usar de 20 a 30 minutos por día, poca exposición”.
“En la edad escolar el uso de estos dispositivos tiene que estar totalmente controlado por los padres, que midan la exposición. No apuntamos a sacar porque es imposible, pero sí estar al tanto de los riesgos que produce, instruir a los padres de descansar y usar la pantalla sin lastimar los ojos”, sostuvo.
En base a la demanda que tengan en el Servicio de Oftalmología del Hospital Pediátrico evaluarán la posibilidad de hacer nuevamente estos controles de fin de semana. Para solicitar un turno con la especialidad de oftalmología, los interesados pueden hacerlo comunicándose al WhatsApp 3765-060033.