Se cumplen 100 años del arribo del primer Nobs a Misiones

Tras el centenario de la llegada de Jacobo Nobs desde Seedorf (Suiza) al valle del Cuñá Pirú, parientes recordaron y festejaron el legado de sus ancestros


En noviembre se cumplirán 100 años de la llegada del primer Nobs a Misiones. A raíz del aniversario de este hecho trascendental, los descendientes de Jacobo Nobs se juntaron para celebrar la llegada de los ancestros. En Ruiz de Montoya se reunieron unas 60 personas entre descendientes directos y sus allegados. Asimismo, se congregaron alrededor del monumento que señala el hito fundacional de la ciudad, dado que se trata de los pioneros del pueblo.Según constata el relato familiar, que conserva muchos detalles históricos, el 11 de noviembre de 1922 llegaron a la tierra colorada Jacobo Nobs y Regina Theler -esposa- junto a sus dos hijos provenientes de Seedorf (Suiza), quienes tras un largo viaje se asentaron en la zona del Cuñá Pirú.Jacobo y Regina vinieron a la provincia por recomendación de Johan Christian Theler -padre de Regina- quien avizoraba en las tierras un gran futuro para su familia y era un gran aventurero. En septiembre de 1922 la familia viajó de Wallis hasta Bremerhaven, Alemania, para embarcarse en el buque Koln de la compañía Nord Lloyd. El trasatlántico hizo escalas hasta llegar a Buenos Aires y una vez allí fueron trasladados hasta Misiones por la Compañía colonizadora Alto Paraná.“En su primera visita al territorio misionero mi abuelo recorrió las tres compañías colonizadoras:  Montecarlo, Eldorado y Puerto Rico. Finalmente se decidió por la última por las condiciones”, relató Pedro Nobs, hijo de Juan y nieto de Jacobo,“Una vez instalados en el Cuñá Pirú, empezaron a trabajar el suelo, sin muchas necesidades de dinero porque se autoabastecían a partir de los cultivos, viñedos, queso, fiambres y ganado”, explicó Pedro y agregó que “mi padre vivió en la chacra hasta los 18 años y luego partió a buscar su propio rumbo, comenzó a trabajar en la chacra experimental de la Compañía Instructora de Buenos Aires en Eldorado”.El padre de Pedro recorrió la provincia como instructor en cada uno de los rubros de la compañía en distintas localidades. En Alem se radicó durante varios años y conoció a Vanda Patzer, con quien se casó en 1940 y contrajo a Pedro en 1947.Finalmente, Juan Nobs y su familia se instalaron en Posadas, en la que construyó su casa al ser trasladado por la empresa que lo tenía contratado.Árbol genealógicoAcerca del registro que se tiene de los ancestros, Pedro remarcó: “Por suerte tengo detectado los antecedentes de nuestra familia desde 1650. La familia es proveniente de un pueblo que se llama Seedorf en el Cantón de Berna”, aunque luego hubo un proceso de migraciones dentro de Suiza. El primer familiar que abre el árbol genealógico fue Peter Nobs.La pareja que arribó al Cuña Pirú en 1922 tuvo dos hijos, Juan y Alberto, este último tuvo una descendencia de nueve hijos y se dedicó a lo forestal en el apogeo del Tung, puso el primer aserradero de la Colonia de Ruiz de Montoya.Sin embargo, según el registro que se tiene en el mundo hay más de 1.736 Nobs, disgregados por diversos continentes. En Argentina hay unos 35, la gran mayoría se concentra y están registrados en Misiones, mientras que el resto se reparte entre Córdoba y Chaco.Gracias a los trabajos investigativos realizados ‘Crónica de la Familia Theler’, de 1958, encargado por Hans Theler, y ‘Los Nobs de Seedorf’, de Frieda Huggenberg, en 1952, se puede conocer gran parte de la historia de esta familia.Mantener el relatoPedro comentó que su padre fue muy apegado a la familia y agregó: “Era un hombre muy conversador y ordenado, llevaba sus notas, incluso escribió un pequeño librito de anécdotas”. Con lo cual pudo mantener gran parte del relato, que el mismo Juan vivió por ser un niño cuando se realizó el viaje a Misiones, y trasmitirlo a su hijo.La familia cuando llegó en 1922 se mantuvo muy apegada a los vínculos en Europa, los lazos entre la familia Theler y Nobs. Por la misma preocupación del periodo de entre guerras y la situación económica del viejo continente.Pedro destacó que su padre transmitió toda su sapiencia a pesar de no haber ido a la escuela oficial, dado que “tomó clases en una parroquia alemana de la zona”.Encuentro y conmemoraciónPor esta ocasión especial el 9 de octubre los familiares y allegados se reunieron para festejar el nuevo aniversario y realizaron un festín en Ruiz de Montoya. En la ocasión se reunieron unas 60 personas.También hicieron un pequeño acto homenaje en el que dejaron una ofrenda bajo el monumento del Hito Fundacional de la Colonia y recibieron unas palabras alusivas del intendente de la localidad, por la relevancia de la familia para el municipio.

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