Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los vecinos, desde la municipalidad capitalina pusieron manos a la obra para resolver la problemática. Mediante trabajos articulados con la provincia, miles de familias gozan de su vivienda propia de manera legal.
Comprendiendo que estas familias merecían que se realizarán acciones rápidas y sobre todo definitivas para salvaguardar su integridad, fundamentalmente se hizo foco en resolver las condiciones habitacionales de estos grupos para que de esta manera puedan disfrutar de mejores condiciones de vida.
Estas regularizaciones forman parte de las políticas de extensión de obras y servicios públicos de la ciudad. Razón por la cual, en un principio, se generó un mapeo territorial que posibilitó la ubicación y demarcación de los distintos asentamientos.
Es por ello que sin perder de vista varios ejes -reorganización de la ciudad, reapertura de calles, recuperación de avenidas, asfaltado y obras complementarias- se pautaron diversas reuniones en los distintos puntos de la ciudad con la convicción firme de lograr sendos acuerdos que satisfagan a todas las partes involucradas.
Las vías de resolución son según casos específicos. Las posibilidades pueden ser simples como el corrimiento y reubicación de la vivienda dentro del mismo lote, o complejas como la decisión de relocalización definitiva hacia otros sectores de la ciudad. Para el primero de los casos antes mencionado, el paso siguiente es el proceso de regularización dominial. El mismo se inicia luego de un relevamiento en los barrios cuyos datos son cargados en el sistema creado para tales fines, constituyéndose el Registro Único de Ocupantes y Registro Único de Aspirantes. Dicho relevamiento permite determinar que los ocupantes están habitando efectivamente el espacio de modo continuo, teniendo asentada en los lotes su vivienda única y permanente.
Seguidamente, si es necesario desafectar, se redacta el proyecto de Ordenanza para que ese terreno de dominio público pase a privado y de esta manera se puedan elaborar y entregar los permisos de ocupación a las familias. Luego de la desafectación se elabora un proyecto de fraccionamiento, basándose en la descripción y delimitación provisoria de los lotes, se otorgan los Permisos de Ocupación, a modo de título precario, que posibilite a los ocupantes acceder a los servicios básicos, hasta tanto se avance en el proceso de regularización definitiva.
Mediante el programa Regularizando Mi Propiedad, se llevan entregados 500 permisos de ocupación, que reconocen a los vecinos como ocupantes legítimos los lugares en donde viven y a su vez, van acompañados de numerosas obras que mejoran significativamente la calidad de vida de todos ellos. Ya sea: apertura de calles, cordones cuneta, asfalto, acceso a servicios, etc. A la fecha, se regularizaron situaciones de este tipo en unos 20 barrios.
Además, se detectaron más de 200 viviendas irregulares. En su mayoría obstruían espacios públicos que comprendían 25 avenidas y calles. Para poder liberar estas zonas, los ocupantes debieron ser trasladados y reubicados en viviendas sustentables construidas en lotes cedidos por el IPRODHA.
Este esfuerzo fue posible a través de un trabajo en conjunto con los cuerpos legislativos municipal y provincial, que aprobaron 20 Ordenanzas y 2 Leyes por parte de la Cámara de Representantes de la Provincia.