Desde la Dirección de Epidemiología de Posadas realizan un proyecto para instruir a alumnos de 7º grado en la identificación criaderos y clasificación de vectores
Con la finalidad de hacer partícipes a los niños de la lucha contra el dengue, se llevan a cabo en diferentes escuelas de Posadas talleres para prevenir la proliferación de criaderos de Aedes Aegypti. En la jornada de ayer, el equipo educativo de la Dirección de Epidemiología y Vigilancia de la Salud de la Municipalidad de Posadas se presentó en las escuelas 250 y 269. En esta última se trabajó con los alumnos de séptimo grado, haciendo campo en el patio del establecimiento, en la toma de nota, recolección de muestras, evaluación y posterior evaluación.En este contexto, Yanina Rodríguez, coordinadora del Departamento de Educación de la Dirección, explicó a El Territorio: “Tenemos el proyecto que denominamos técnicos de campo junior, fue declarado de interés educativo por el Consejo General de Educación. El objetivo es trabajar con los chicos de séptimo grado, con la finalidad de que puedan llevarse una instancia de aprendizaje significativa para poder traspasarla a sus entornos y casas, el patio de la escuela y los lugares por los que transitan extraescolar”.El trabajo que se hace desde el departamento de educación apunta a la prevención de enfermedades vectoriales, se trabaja con el mosquito vector del dengue, fiebre amarilla, zika y chikungunya, el Aedes aegypti.Sobre el recorrido que hicieron este año Rodríguez dijo: “Trabajamos en alrededor de 32 colegios, diferentes escuelas de la ciudad y focalizamos mucho en escuelas primarias, el 95% de las visitas son en el nivel primario. A los secundarios vamos cuando los docentes hacen una solicitud específica”.A lo que agregó: “Estamos contemplando trabajar con diez a quince escuelas más en lo que queda del ciclo lectivo, eso también va a depender del clima”.Al mismo tiempo, la coordinadora del espacio destacó: “Estamos trabajando con las charlas de tipo aula taller acerca de generalidades básicas de la especie: el ambiente que elige, el tipo de ecología, la identificación y el conocimiento de recipientes artificiales que pueden actuar como criaderos, las maneras de eliminación de los criaderos y desinfección y el cuidado personal”.El objetivo es compartir con los estudiantes una instancia de práctica en la que salen a los patios de las escuelas para identificar diferentes recipientes artificiales y “a través de una planilla, en la que tienen categorías para clasificarlos, pueden consultar la medida de acción que deben llevar con cada receptáculo”.Esta es una actividad que simula el recorrido que realizan los técnicos de campo de la Dirección de Epidemiología, todos los días en los diferentes barrios. El monitoreo consiste en la recolección de las muestras en tubos de ensayo rotulados, para luego identificar las especies cuando se encuentran en fases inmaduras.Asimismo la docente comentó: “Nosotros les llevamos pipetas y tubos a los niños, entonces cuando encuentran algún recipiente con agua que tenga larvas pueden recolectarlas y agendarlas desde el lugar del que sacaron la muestra. Después se arma una socialización, para que compartan su experiencia, puedan expresar en qué ambientes se forman los mosquitos, si los recipientes estaban a la luz solar o a la sombra”.Por último, Rodríguez reflexionó: “Los niños son agentes multiplicadores de la información y son los más asertivos al recibir este tipo de problemática. Desde la dirección consideramos que hay que apostar a la educación ambiental y de la salud comunitaria podemos encontrar en ellos un buen andamiaje entre la familia y escuela”.Teniendo en cuenta que viene la estación más conflictiva en cuanto a la propagación del Aedes aegypti, lo que se busca desde el municipio es que los estudiantes realicen un cambio de hábito en cuanto a los cuidados que se deben tener.
