El sello es una garantía de confianza para el consumidor. En Argentina, el SENASA es la entidad encargada de generar normativas, diseñar y garantizar el sistema de control. A nivel nacional son cuatro las certificadoras habilitadas.
La producción orgánica, ecológica y biológica adquiere un lugar de importancia cada vez mayor en la comercialización. Es que los productos libres de agrotóxicos tienen un valor agregado para los consumidores quienes le brindan principal interés a los procesos de producción. En Misiones, la producción orgánica crece, a fin de proteger el consumo saludable de sus habitantes. En Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) es el organismo encargado de llevar adelante la habilitación de las certificadoras capacitadas para respaldar la calidad de los productos.
“Anna Park es una historia de amor de cien años. Un amor pacientemente cultivado en sincronía con la Naturaleza“, así describió Juan Barney a la yerba Anna Park, un producto de origen obereño. Barney es tercera generación de productores agroecológicos. En 1920, su abuelo, Eric Barney llevó adelante la primera plantación de yerba que daría lugar al producto que hoy cuenta con certificación orgánica internacional.
El sello de certificación orgánica es una garantía de confianza para el consumidor, quien espera que en la producción del alimento que compra sólo se hayan utilizado insumos orgánicos, como biopesticidas, biofertilizantes y bioestimulantes. Al mismo tiempo, los principios de la producción orgánica deben contemplar los recursos naturales, aplicar métodos culturales, biológicos y mecánicos, mantener o incrementar la fertilidad del suelo y la biodiversidad, conservar los recursos hídricos y evitar el uso de productos de síntesis química tóxicos para el medio ambiente.
Ser orgánico como convicción
“En la década del ’90 nos transformamos en orgánico con la Organización Internacional Agropecuaria (OIA). El proceso de registro de lotes llevó un tiempo”, contó Juan Barney a Canal12misiones.com. El procedimiento cuenta con un seguimiento por parte del ente regulador. “Deben pasar al menos 5 años sin el uso de agroquímicos y venenos”, explicó.
Organización Internacional Agropecuaria (OIA) es una empresa argentina pionera en certificación. Desde 1991, la entidad habilitada por el SENASA opera como certificadora de productos vegetales, animales y procesados.
En continuidad, Barney destacó que ser orgánico tiene mayor trascendencia que un sello. “Ser orgánico tiene que ver con una filosofía fuerte de conservacionismo, con respetar a la naturaleza y a las personas que nos eligen. Para nosotros es plantar árboles en los yerbales para que los pájaros tengas sus casas. Ser orgánico es mantener suelos vivos y cubiertos para la microbiología”, aseveró.
Bajo el slogan, “El futuro es orgánico”, el dueño de Anna Park aseguró que la visión agroecológica se presenta como un nuevo paradigma. “Es lo que se viene en el mundo“, dijo.